Artesana, joyera, alquimista, buscadora de tesoros, nómada, cuya especial y casi chamánica sensibilidad para desenmarañar el alma de los objetos hace posible combinaciones mágicas. Devuelve a la vida pequeños descubrimientos entre lo orgánico y lo olvidado, la historia escondida con su pasado funcional reconvirtiéndolos en nuevas e innovadoras creaciones; dientes de tiburón, San Diego, monedas que ya nadie escucha, piedra de Bangkok, Bali o Filipinas…, exquisitas miniaturas pop encontradas a base de olfato casi espiritual, de entre los mercados callejeros de todo Asia y anticuarios tradicionales de la China que habita desde hace casi 10 años.
Color magia y alquimia, transmutación de la materia, ayer eras puerta y hoy resaltas mi alegría, ayer eras sello y hoy eres brillo belleza y faro de miradas; es esa sensibilidad para encontrar la verdadera esencia de cada objeto lo que hace que cada una de sus creaciones sea un pequeño acontecimiento, una criatura espléndida ya que ha encontrado su verdad, el alma, el sentido de su existencia, “MAMIA” en el lenguaje de su Euskalherria natal.
Todas sus piezas están trabajadas a mano sin moldes ni procesos industriales, todas ellas son únicas e irrepetibles. Resinas, cuero, maderas nobles, plata, sedas, todo ello se mezcla en un proceso a la usanza de la escultura clásica, donde descubrimos el alma de la pieza a base de desbrozar lo accesorio para dar luz a lo substancial, sabiendo que la pieza existe per se, tan solo hay que armarse de paciencia y dejarla salir poco a poco a terminar por revelarse, dueña de si misma.